Testimonios
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Rodaba de una experiencia vital a otra sin encontrarme en ninguna, con bloqueos creativos continuos y sin fuerza vital. Carmen me acompañó sabiamente en mi proceso, guiándome amorosamente a afrontar cada reto, sin necesidad de sufrimiento, a través de la belleza de sus meditaciones y la alegría de gozar en grupo y sola. Sus terapias me han devuelto el poder sobre mi vida, estoy en mí sin necesidad de meditar o esperar un futuro. Todo se ha vuelto presente, incluida yo. He recuperado partes de mí totalmente destruidas. Infinitas gracias por tanto amor, bella Carmen.
ARACELI B. GATO
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Yo era una persona que restaba, andaba como muy mala música en el alma, por economizar diré que vivía en el sótano, me refugie en la nocturnidad y acabé por romperme del todo, cuando no quedaba más que polvo, conocí a Carmen e hizo lo que mejor sabe hacer, colocar un espejo en frente de uno y agarrarte la mano.
Me enseñó a perseguir esa semilla de mostaza que habita en nuestro corazón que conduce al final del laberinto, a perdonar y perdonarme en gerundio, poco a poco, que todo está amañado salvo nuestra bondad, a validar cada puta piedra del camino, me enseñó que la única libertad del ser humano es la elección pero para ello hay que tener opciones, hacer frente a los recuerdos y despegar, por ello aunque los minutos hagan horas extras, me faltan vidas para agradecerte ese don tuyo donde la excelencia charla con la impecabilidad y no, no es idolatría, de todas las patologías que colecciono, de esta no leo ni el prospecto.
Hasta el infinito y más allá!
ROSANA FENO
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